martes, 27 de julio de 2010

Si de convicciones y principios se trata


“No hay comedido que salga bien”, me cache en die, lo decía mi abuela y no falla, es como las leyes de Murphy, ningún científico las testeó, pero son una verdad contundente que una tras otra se confirma. Está en el saber popular, en lo “colectivo”, quien ignora esta realidad? Quién no fue “víctima” acaso de ésta cuestión? Reflexionando, concluí que uno tiene el deber por lógica de actuar en consecuencia a sus principios y convicciones, ud dirá que es más que una obviedad, pero convengamos que no es precisamente fácil hacer esto en la mayoría de los casos. Sería preciso entonces, enumerar ciertos obstáculos que se nos presentan a la hora de cumplir con esa cuota de ética un tanto escurridiza. Primero y principal: esa necesidad constante de buscar la aprobación del otro en toda acción que se emprenda, sí, es verdad que vivimos en sociedad y construimos lazos con ésta, pero cuál es el punto de que nuestro accionar se vea influenciado hasta acabar procediendo de acuerdo a la convicción del otro?? Cada uno tiene la propia, y no es la intención de éstas líneas hacer juicios de valor al respecto, simplemente rescatar la individualidad al momento de tomar decisiones de qué es lo correcto y qué no. Otro obstaculo muy relacionado, es el famoso “que dirán”, por el cual quién sabe cuántos malabares hacemos a diario para esquivar a la tan temida opinión publica. No es ninguna novedad decir, que no es agradable sentarse a ser juzgado, pero me pregunto yo, no es aún más desagradable traicionarse a uno mismo priorizando la opinión de los otros, por sobre la propia? No es acaso un acto de vandalismo a la misma autoestima? desde mi humilde perspectiva, rescato él actuar siempre y sólo como mis principios me lo dicten, y no como al otro le venga en gana, así suene a obviedad, los hechos demuestran lo contrario.

domingo, 25 de julio de 2010

lineas de un domingo de lluvia...



Miro a través del grueso vidrio de la ventana, ese que me separa de vos y del ruido de la calle. Caprichosas figuras se dibujan en él, mientras se desliza la lluvia copiosa e incesante. A medida que me adentro en mis pensamientos, surgen imagenes, colores y sonidos que me transportan a aquello que decididamente quiero dilucidar. Esa constante duda, que no da tregua, que no quiere apagarse. Quizá tus actitudes hablen por sí solas, quiza lo que veían mis ojos no era real, tan solo una farsa disfrazada, un cuento que derivó en una sensación de desasosiego. Tal vez me enfrente a lo inevitable, al ocaso de lo que antes parecieron dias de sol. A lo que algún dia resultó, y hoy no es mas que hojas secas que arratra el viento a algun lado desierto, por cierto desprovisto de tu abrazo. Reflexiono, rememoro, y conluyo que quizá el rio esté buscando nuevos cauces por los cuales fluir. Lo preciso es no dejar de andar, la senda recorrida puede que algún dia se traduzca en algo mas. Sigo pensando que lo preciso es andar.

viernes, 23 de julio de 2010

Revelación en el 15


El otro día me cayó la ficha, si señores, ya no pertenezco al gremio. En algún momento, imperceptible por cierto, dejé de ser parte del club. Los días de picnic esos 21 de septiembre, quedaron lejos, sí, pero como es que de la noche a la mañana uno pasa a ser un adulto joven??!! Cómo es qué uno se levanta un 6 de enero esperando a los reyes y se acuesta quemando hasta el ultimo centavo del aguinaldo en regalos para las fiestas? Sí, ese aguinaldo que ilusamente se pensó iría a las vacaciones estivales.
Ésta fue una revelación arriba del 15, iba yo camino a la cena que conmemoraría un día marketinero si los hay, como es el día del amigo, cuando se hizo evidente ésta cuestión.
Reflexionando acerca del tema y en un momento de inspiración, saqué en limpio una serie de indicadores. He aquí un compendio de evidencias de que uno ya no está “en la pomada”:

-Ya no soportas el grado de constante euforia y excitación, sin motivo aparente, de ese grupo q llaman adolescentes.

-Tampoco comprendes a ciencia cierta, qué le pasa por la cabeza a “esa juventud perdida”, mucho menos qué corno tiene un emo en el marote.

-Repetís a menudo la siguiente frasesita “esto en mis tiempos no pasaba”

-Cuando vas a las fiestas de cumpleaños, ahora volvés a llevar regalo, claro, cómo se te va a ocurrir asomar la ñata con las manos vacías al cumple de fulanito?

-Cuando vas a las reuniones familiares, rara vez por cierto, ya no reconoces a tus primos más chicos y si por esas casualidades lo hacés te sorprendes y necesitas verbalizar lo grandes que están.

-Te percatás del cambio de roles, muy sutil al principio: progresivamente te vas convirtiendo en padre de tus viejos.

-Uno ya no es amo y señor de su tiempo, sí lo es tu laburo, las obligaciones, los estudios, las cuentas y si queda un poco de ese valor preciado...y sí, se lo lleva tu pareja, peor es nada, filito o quien sea el afortunado.

-Es un hecho, los casorios están a la orden del día. What?! En qué momento fue que tu circulo más intimo empezó a poner el gancho??!!

Éstas son tan solo algunas por supuesto, quedan unas cuantas manifestaciones de nuestra incipiente adultez, en fin...

...se me hizo la parada, bajo y voy esquivando el desenfreno hormonal que destilan los que cuentan un par de años menos...decididamente, son una anarquía declarada a la moral y a las buenas costumbres, y ahí me deschaveto y paso irremediablemente a ser catalogada algo así como la “bruja del 71”.
Como reflexión final, el humor es la mejor terapia y la más económica por cierto, así que gente, “bruja del 71” o no, neurótica-obsesiva o cómo el tiempo me haga, me reiré de éstas cuestiones hasta el último minuto, descomprime y mucho! Los invito a probar...